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lunes, 20 de junio de 2011

250. CIUDAD RODRIGO** (II), Salamanca: 30 de junio de 2006.

11. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Plaza del Buen Alcalde.

12. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Fachada de la Capilla de Cerralbo.

13. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Lateral de la Capilla de Cerralbo.

14. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Torre de la Catedral.

15. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Relieve de la Catedral.

16. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Capitel del Claustro de la Catedral.

17. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Capitel sin columna del Claustro de la Catedral.

18. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Capitel historiado del Claustro de la Catedral.

19. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Más capiteles del Claustro de la Catedral.

20. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Claustro y Torre de la Catedral.

21. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Puerta de Amayuelas de la Catedral.

22. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Puerta de las Cadenas de la Catedral.

23. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Friso escultórico de la Puerta de las Cadenas de la Catedral.

24. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Bajorrelieves de la Puerta de las Cadenas de la Catedral.

25. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Otro detalle más de la Puerta de las Cadenas de la Catedral.

26. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Ventanal de la Catedral.

CIUDAD RODRIGO** (II), provincia de Salamanca: 30 de junio de 2006.
Hacia la Catedral
   Camino de la Catedral, por la calle del Cardenal Pacheco, queda a la derecha la singular plaza del Buen Alcalde, cuyos soportales, algunos bajo edificios dieciochescos, se disponen en torno a una fuente. Al lado, la capilla de Cerralbo* (siglos XVI y XVII) es un monumental templo de estilo herreriano coronado por una gran cúpula con cimborrio. Alberga destacables retablos del siglo XVII, en madera de nogal, y el mausoleo del último marqués de Cerralbo, con una escultura orante de M. Benlliure.
   La contigua y arbolada plaza de San Salvador, o Isabelina, hacia la que abren sus fachadas el neogótico palacio de la Marquesa de Cartago (siglo XX) y la casa de los Miranda, de sobria elegancia renacentista (siglo XVI), es un apacible espacio presidido por la silueta de la Catedral**, sin duda el principal monumento mirobrigense.
   Fue iniciada en torno a 1165 y en conjunto responde a la transición del románico al gótico, aunque con muchas pérdidas (entre ellas, dos torres), reformas y añadidos posteriores. Hacia la plaza del Salvador da la portada de las Cadenas (siglo XII), enmarcada exteriormente por columnas estriadas con góticos remates y protegida por un arco que acoge las cuatro arquivoltas de la puerta y, sobre ella, cinco bajorrelieves románico-bizantinos. Más arriba, fuera del arco, discurre a modo de friso una galería gótica profusamente decorada y compuesta por arquerías bajo las que se muestran 12 relieves escultóricos, principalmente de personajes del Antiguo Testamento. No es mucha su calidad artística, pero el conjunto impresiona. Junto a esta portada, sobresale la capilla del Pilar (siglo XVIII) y, tras ella, tres espléndidos ventanales románicos. A los pies del templo, tras la fría fachada flanqueada por la torre neoclásica (obra de Juan de Sagarvinaga, siglo XVIII), ambas con visibles huellas de bombardeos, se esconde el pórtico del Perdón* (siglos XII y XIII), de un románico arcaizante probablemente inspirado en el pórtico de la Gloria compostelano. Una imagen sedente de la Virgen, con el Niño en una mano y una flor en la otra, preside el parteluz, mientras que en las jambas se efigia un Apostolado, y tanto el tímpano como las arquivoltas presentan escenas del Nuevo Testamento, en torno a la Coronación de la Virgen. Se abre aún, en el lado norte del crucero, la llamada puerta de Amayuelas, de disposición general semejante a la de las Cadenas, aunque con menor abundancia decorativa y, como elemento característico, un arco inferior compuesto por cinco lóbulos. Al lado puede verse otro arco ciego, polilobulado y decorado con pequeñas cabezas.
   El interior, de tres naves, más alta la central, con crucero y ábsides, se alza sobre pilares provistos de valiosos capiteles y se cubre con bóvedas de crucería. Los magníficos ventanales** de las naves laterales, que son las que conservan más huellas románicas, muestran una riquísima decoración. En los arranques de la bóveda próxima al crucero aparecen diversas esculturas, entre ellas un San Francisco que se considera una de las primeras respresentaciones del santo de Asís. La Capilla Mayor, que ocupa el ábside de la nave central, es obra de Gil de Hontañón (siglo XVI) y está presidida por una talla de La Asunción, de Juan de Mena. El coro, aunque trunca la perspectiva del templo, es una pieza gótico-plateresca destacada. La sillería fue esculpida por Rodrigo Alemán (1498-1502) y presenta detalles profanos en las misericordias (parte posterior de los asientos) y curiosas figuras en las paciencias o reposabrazos. Diversos retablos barrocos, un altar de alabastro del siglo XVI y numerosos sepulcros se distribuyen por las capillas y las naves. Desde la nave izquierda se pasa al claustro, formado por dos galerías de base románico-gótica (son las que se quedan a la izquierda de la entrada), y otras dos del gótico tardío. En las primeras abundan los capiteles esculpidos, algunos con deliciosos detalles, y es curioso el ventanal al que le falta una columna, nunca construida por encontrarse debajo un pozo. En las dependencias claustrales se abrió a finales de 1992 un pequeño museo.

Enlace a la Entrada anterior de Ciudad Rodrigo**:
249. CIUDAD RODRIGO** (I), Salamanca: 30 de junio de 2006.

domingo, 19 de junio de 2011

249. CIUDAD RODRIGO** (I), Salamanca: 30 de junio de 2006.

1. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Puerta de la Colada

2. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Castillo desde el exterior del recinto amurallado.


3. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Puerta de la Colada desde el interior.

4. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Castillo.

5. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Puente Romano.

6. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Verraco de la Plaza del Castillo.

7. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Casa de la Cadena.

8. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Antiguas Audiencia y Cárcel en la Plaza Mayor.

9. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Casa de los Cueto.

10. CIUDAD RODRIGO, Salamanca. Ayuntamiento.

CIUDAD RODRIGO** (I), provincia de Salamanca: 30 de junio de 2006.
   En el interior de su recinto por completo amurallado, la ciudad que refundara el conde Rodrigo González posee un amplísimo conjunto monumental de extraordinario interés, acaso insuficientemente valorado. Gozan de gran fama los Carnavales del Toro, únicos en su género.
   Pocas ciudades españolas de sus mismas dimensiones pueden ofrecer al visitante un paisaje urbano con tanta variedad y riqueza artística como Ciudad Rodrigo. Es cierto que acaso falte ese monumento u obra cimera que con su sola presencia es capaz de crear a su alrededor un foco de interés tan poderoso que incluso acaba transfigurando la mediocridad circundante. En contrapartida, la sensación que aquí acaba imponiéndose es la de que esta ciudad, concretamente su casco antiguo, forma un retablo de infinitas y preciosas piezas finamente engarzadas en la maravilla del conjunto. Un lugar para detenerse.
La muralla, el castillo y la Plaza Mayor
   La primera y monumental sorpresa de una ciudad que guarda muchas es, sin duda, el extenso recinto amurallado* alzado alrededor de todo el casco antiguo y que, con los fosos, parapetos, falsabragas y demás fortificaciones que le preceden, confiere a Ciudad Rodrigo una imagen inconfundible. La muralla de forma elíptica y más de 2 km de longitud, conserva algún tramo de época romana, aunque en su mayoría es una obra medieval (siglo XII) del alarife gallego Juan Cabrera. Inicialmente construida a base de guijarros y argamasa, fue modificada y reforzada en sucesivas ocasiones, sobre todo bajo el reinado de Felipe V, época en la que se realizaron los sistemas defensivos exteriores y se rebajó la altura del conjunto. Hoy su parte superior se ha convertido en un agradable paseo, bien acondicionado en algunos de sus tramos y con excelentes miradores.
   Siete puertas, construidas y restauradas en diferente épocas, constituyen otros tantos sugerentes pasadizos hacia el interior del recinto urbano. Por la de la Colada, situada al oeste, se accede al promontorio sobre el que se eleva el castillo*, mandado construir por Enrique II de Trastámara (siglo XIV). Con su perfil almenado y la cuadrada torre del homenaje, está perfectamente restaurado y funciona como parador turístico. A sus pies, el puente romano, también reconstruido varias veces a lo largo de los siglos, tiende sus arcos sobre el curso del Águeda completando una singular perspectiva exterior de la ciudad. En la misma plaza del Castillo, un tosco verraco de piedra, de unos 2.500 años de antigüedad, atestigua un remoto poblamiento celtíbero.
   Por la calle de la Colada, tras pasar ante la fachada, con una hermosa ventana haciendo esquina, de la casa de la Cadena (siglo XVI), se llega a la Plaza Mayor, que tiene en su acusada irregularidad uno de sus principales atractivos. Espacio público por excelencia, entre los edificios que la forman destacan, en la parte baja (número 16), la antigua audiencia y cárcel, obra del siglo XVIII, y, en la esquina con la calle de Madrid, la llamada casa de los Cueto* (siglo XVI), de fachada finamente ornamentada. Al fondo, en ángulo, el Ayuntamiento* es un palacete renacentista del siglo XVI, con pórtico y galería de arcos carpaneles entre esbeltos torreones blasonados y decoración plateresca. Fue reconstruido por Joaquín de Vargas en 1923, fecha en la que también se le añadió el ala lateral, en lograda imitación estilística.

martes, 7 de junio de 2011

248. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE (I), Valladolid: 30 de junio de 2006.

1. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Torre-Espadaña de la Igl.

2. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Vista exterior de la cabecera de la Igl.

3. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Vista general de la Igl.

4. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Placa relivaria de la Igl.

5. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Vista general de la nave central de la Igl.

6. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Capitel de la Igl.

7. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Bóveda de una de las capillas de la Igl.

8. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Vista de la nave central hacia los pies, de la Igl.

9. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. "El bosque" de columnas de la Igl.

10. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Los arcos de herradura sobre las columnas marmóreas.

11. SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, Valladolid. Uno de los ábsides de la Igl.

SAN CEBRIÁN DE MAZOTE (I), provincia de Valladolid: 30 de junio de 2006.
   A unos 10 km al noreste de Mota del Marqués, en San Cebrián de Mazote merece la pena visitar su bella iglesia* mozárabe del siglo X, reconstruida parcialmente en 1933.
   Nadie diría, al llegar al valle del Bajoz y acercarse a la iglesia mozárabe de San Cebrián* que, tras su aspecto de ermita desestructurada, se encuentra uno de los templos más antiguos e interesantes de España. Se trata de un edificio mozárabe construido en el siglo X por una comunidad de monjes cordobeses que utilizaron elementos de un recinto visigodo ya existente. El tempo dispone una estructura basilical con planta de tres naves separadas por arcos de herradura que se apoyan en columnas. Cabecera de tres capillas, y contraábside a los pies con bóveda gallonada de ladrillo. Excepcionales capiteles del siglo IX, de tipo corintio, que se ilustran con decoración vegetal y geométrica. Se cree que algunos pueden proceder del cenobio visigodo existente antes de la llegada de los monjes mozárabes.
   Los arcos de herradura modulan un espacio interior que, al concretarse en los ábsides, deslumbra por su radical concepción de la belleza. A la restauración del ambiente primitivo contribuye la desnudez y la policromía original recuperada (policromía que en las paredes imita tramos de ladrillos fingidos), así como los motivos vegetales y los escudos reales descubiertos en la techumbre de madera.
   Pero aquí no acaban las sorpresas deparadas por el templo. En uno de los ábsides despierta el interés la imagen de la Asunción, escultura en alabastro seguramente traída del monasterio de la Santa Espina antes de la Desamortización. Pudo ser esculpida a mediados del siglo XVI por Inocencio Berruguete. Y en una hornacina del crucero conmueve una hermosa Piedad, muy bien policromada y sumamente expresiva, tallada hacia el año 1500 por un artífice cuyo nombre se ignora. Completa el conjunto un deteriorado Cristo yacente del siglo XVII, obra de un artista próximo a Gregorio Fernández.

lunes, 6 de junio de 2011

247. BENDONES (I), Asturias: 30 de junio de 2006

1. BENDONES, Asturias. Hórreo popular.

2. BENDONES, Asturias. Fachada de la Igl. de Sta. Mª.

3. BENDONES, Asturias. Torre exenta de la Igl. de Sta. Mª.

4. BENDONES, Asturias. Ábside exterior de la Igl. de Sta. Mª.

5. BENDONES, Asturias. Vista general de la Igl. de Sta. Mª.

BENDONES (I), provincia de Asturias: 30 de junio de 2006.
   Más prerrománico en Bendones, a 6 km. de Oviedo por la carretera de Langreo.
   La iglesia de Santa María merece una visita, pese a lo polémico de su restauración.

domingo, 5 de junio de 2011

246. OVIEDO** (IV), Asturias: 29 de junio de 2006

44. OVIEDO, Asturias. Interior de la igl. de San Julián de los Prados.

45. OVIEDO, Asturias. Exterior del ábside de la Igl. de San Julián de los Prados.

46. OVIEDO, Asturias. Exterior de la Igl. de San Julián de los Prados.

47. OVIEDO, Asturias. Fachada de la Igl. de San Julián de los Prados.

48. OVIEDO, Asturias. Vista frontal de la Foncalada.

49. OVIEDO, Asturias. Inscripción de la Foncalada.

50. OVIEDO, Asturias. Otra vista de la Foncalada.

51. OVIEDO, Asturias. Relieve del interior de Sta. Mª del Naranco.


52. OVIEDO, Asturias. Altar de uno de los porches de Sta. Mª del Naranco.

53. OVIEDO, Asturias. Interior de la nave del piso superior de Sta. Mª del Naranco.

54. OVIEDO, Asturias. Capitel del interior de Sta. Mª del Naranco.

55. OVIEDO, Asturias. Medallón del interior de Sta. Mª del Naranco.

56. OVIEDO, Asturias. Contrafuertes del exterior de Sta. Mª del Naranco.

57. OVIEDO, Asturias. Nave del piso inferior de Sta. Mª del Naranco.

58. OVIEDO, Asturias. Acceso al baño del piso inferior de Sta. Mª del Naranco.

59. OVIEDO, Asturias. Exterior de Sta. Mª del Naranco.

60. OVIEDO, Asturias. Exterior de la Igl. de San Miguel de Lillo.

61. OVIEDO, Asturias. Fachada de la Igl. de San Miguel de Lillo.

62. OVIEDO, Asturias. Ventana de la Igl. de San Miguel de Lillo.

63. OVIEDO, Asturias. Otra ventana de la Igl. de San Miguel de Lillo.

64. OVIEDO, Asturias. Ábside exterior de la Igl. de San Miguel de Lillo.

65. OVIEDO, Asturias. Vista del estadio Nuevo Carlos Tartiere desde el monte Naranco.

66. OVIEDO, Asturias. Exterior de Sta. Mª del Naranco.

67. OVIEDO, Asturias. Otra visión del exterior de Sta. Mª del Naranco.

68. OVIEDO, Asturias. Otra vista más del exterior de Sta. Mª del Naranco.

69. OVIEDO, Asturias. La típica ventana trífora del prerrománico asturiano de Sta. Mª del Naranco.

70. OVIEDO, Asturias. Sta. Mª del Naranco.

OVIEDO** (IV), capital de la provincia y de la comunidad: 29 de junio de 2006.
El prerrománico
   Oviedo cuenta con monumentos prerrománicos representativos de los tres períodos. El primer período, correspondiente al reinado de Alfonso II el Casto (791-842), lo conocemos por los restos de San Tirso y por la Cámara Santa. Pero su obra cumbre es San Julián de los Prados*, en la parte baja de la ciudad, al noroeste. La mezcla de elementos romanos y visigodos le confieren un carácter muy original. Conserva gran parte de su extraordinaria decoración, al temple sobre estuco (la llave está en la casa rectoral, próxima a la iglesia. Y una curiosidad, probablemente es el templo que más tiempo lleva celebrando culto ininterrumpidamente en España, puesto que en él ha habido misas desde su fundación, sin que lo afectaran avatares bélicos).
   El segundo período, correspondiente al reinado de Ramiro I (842-850), el ramirense, es el más sorprendente. Santa María del Naranco** (o palacio de Ramiro I, pues tal fue su función original) y San Miguel de Lillo* están a sólo 3 km del centro urbano, en las faldas del monte Naranco.
La joya del ramirense. ¿Cómo pudo florecer bajo el reinado de Ramiro I un arte tan refinado y original como el que atestiguan los edificios y la orfebrería subsistentes? La base anterior, puesta por Alfonso II, e inspirada en el arte visigótico, la posible pervivencia en Asturias de canteros romanos, la influencia de algún maestro longobardo, las relaciones con la corte carolingia ... Al margen de todas las conjeturas, una cosa es segura: en las faldas del monte Naranco, mirando a Oviedo, hay dos edificios singulares, pertenecientes a ese prerrománico asturiano que la Unesco declaró patrimonio de la humanidad, y uno de ellos -Santa María- es, sin duda, una obra maestra de la arquitectura universal.
   Mientras la iglesia de San Miguel es resultado de innumerables añadidos y reformas (el propio Ramiro se sirvió de un edificio anterior, y luego, hacia el siglo XIV, sufrió un derrumbe, con lo que sólo se ha conservado la tercera parte del edificio original), Santa María, por el contrario, es un edificio completo, y admirablemente conservado. Originalmente destinado a palacio (se piensa que, más que palacio-vivienda, era sala de recepciones, administración de justicia, etc.), tiene dos plantas. La inferior recuerda la cripta de la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, y en un lateral puede verse un baño que ya citan -como gran lujo que era- antiguas crónicas. La superior es una gran sala rectangular tres veces más larga que ancha, y en cuyos extremos oriental y occidental se abren sendos miradores con vanos en arcos de gran peralte, que se apoyan sobre columnas sogueadas (en los capiteles alternan motivos clásicos con otros en los que se detectan influencias orientales, también presentes en los medallones de las paredes, tanto exteriores como interiores).
   El encanto de estos miradores, que llenan de luz y ligereza el espacio, la elegancia y la perfección de las proporciones, que renueva, una vez dentro el visitante, la impresión que producía el edificio desde fuera, todos los elementos y su airosa conjunción, en definitiva, nos hacen sentir la huella de una mano maestra, que no por anónima deja de ser personal. Y atención a la arquería ciega peraltada que recorre los laterales, aligerando y reforzando a un tiempo las estructuras, y a la bóveda de medio cañón (en vez de la cubierta de madera, propia del prerrománico alfonsino) reforzada por arcos perpiaños en el interior y contrafuertes en el exterior: estamos ante una solución arquitectónica que se adelanta en más de dos siglos al románico.
   Del tercer período, correspondiente al reinado de Alfonso III el Magno (866-910), no hay en Oviedo iglesia ni palacio alguno, sino una obra que de hecho es la única construcción de utilidad pública que se conoce de la España cristiana de la Alta Edad Media: la Foncalada es una fuente del siglo IX que antaño quedaba extramuros de la ciudad, y hoy está rodeada de edificios tan modernos como vulgares. Conmueve por su sencillez y solidez. Sobre el arco de medio punto figuran la cruz y la inscripción que caracterizan a las obras de Alfonso el Magno: Hoc signo tuetur pius, hoc signo vincitur inimicus (este signo protege al piadoso, este signo vence al enemigo).

Enlace a la Entrada anterior de Oviedo**:
241. OVIEDO** (III), Asturias: 28 de junio de 2006.