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sábado, 2 de abril de 2011

224. CASTAÑEDA (I), Cantabria: 26 de junio de 2006.

1. CASTAÑEDA, Cantabria. Ábside de la Colegiata de Santa Cruz.

2. CASTAÑEDA, Cantabria. Vista del ábside, Crucero y Torre de la Colegiata de Santa Cruz.

3. CASTAÑEDA, Cantabria. Portada de la Colegiata de Santa Cruz.

4. CASTAÑEDA, Cantabria. Vista del conjunto de la Colegiata de Santa Cruz.

CASTAÑEDA (I), provincia de Cantabria: 26 de junio de 2006.
   Valle de gran protagonismo en la época medieval, que cuenta entre sus principales atractivos con la colegiata de Santa Cruz de Castañeda, una de las muestras más destacadas del arte románico en Cantabria, monumento nacional desde 1930.
   Situado a 27 km. de Santander y 10 km. de Torrelavega, el municipio de Castañeda está integrado por las poblaciones de Pomaluengo, Socobio, La Cueva y Villabáñez.
   No se conserva documentación que lo corrobore, pero los estudiosos coinciden en afirmar que el primer asentamiento histórico fue un monasterio de repoblación en torno al cual se levantó posteriormente el pueblo. A comienzos del siglo XII ya era abadía, con un buen número de posesiones, y se iniciaba la construcción de la iglesia románica, la misma época en que comenzaban a levantarse las de Santillana, Cervatos y San Martín de Elines, que forman con la que nos ocupa lo mejor del románico en Cantabria.
   Durante todo el siglo XV la comarca se vio inmersa en las guerras y guerrillas entre los diversos señores y sus partidarios, lo que se ha dado en llamar "pleito de los valles", provocado a su vez por la revocación de las behetrías, privilegios que permitían a sus súbditos escoger a su señor. El condado de Castañeda fue escenario de sangrientos enfrentamientos en los que la reivindicación de las behetrías se mezclaba con las ambiciones expansivas señoriales. La oposición entre los Manrique y los Mendoza llegó a requerir una expedición de castigo del rey Juan II, al frente de 1.000 lanceros, derribando torres, embargando posesiones e imponiendo penas altamente severas.
   En 1438, el rey otorga definitivamente el condado de Castañeda con todas sus posesiones a la familia Manrique.
   La abadía fue anexionada en 1541 por la colegiata de Santa María de Aguilar, perdiendo en 1851 la denominación de colegiata, que se cambió por la de iglesia parroquial de Castañeda, aunque la belleza y carácter monumental de su fábrica hacen que siga siendo conocida como la colegiata que fue en sus años de apogeo.
   Situada en el barrio de Socobio, en la vecindad del río Pisueña, junto a un paraje que antiguamente debió de estar poblado de castaños, la colegiata de Santa Cruz de Castañeda** llama la atención por su aspecto imponente y la armonía de sus proporciones, aunque sucesivos añadidos y modificaciones a lo largo de los siglos han enmascarado la traza inicial del siglo XII, que era de planta en cruz latina, tres ábsides, crucero y nave mayor. En el exterior destaca la portada abierta al oeste, sencilla y solemne, con ocho arquivoltas que se apoyan sobre capiteles iconográficos. La torre, anexionada al muro sur, supera los 17 m. de altura y es de tipo prismático con dos partes claramente diferenciadas, la inferior, de construcción más simple y sobria, y la superior, que muestra un excelente trabajo de cantería con ventanas geminadas en las cuatro fachadas y una serie de canecillos sustentando la cornisa. Los canecillos de diversos motivos abundan en todo el perímetro exterior del templo, especialmente en el muro sur.
   En cuanto al interior, tiene especial atractivo la zona del ábside izquierdo como parte mejor conservada, así como la belleza del crucero, la solemne cúpula octogonal sobre trompas y el ábside principal. En la arquería del ábside se aprecian unos cuantos capiteles historiados, verdaderamente notables, que recogen todo el saber y la tradición de los canteros de la época. En el siglo XIII se añadieron en el muro norte dos naves en forma de T, en cuya decoración intervinieron los mismos canteros que dejaron su impronta en Aguilar de Campoo y otros templos de la zona. Sin embargo, no es el románico el único estilo representado en este templo.
   El ábside lateral derecho desapareció y fue sustituido en el siglo XVIII por la capilla de Juan de Frómesta, militar nacido en el valle que desde las Indias envió generosas contribuciones para el sostenimiento de la iglesia. Se trata de una capilla barroca con un excelente retablo salomónico, armoniosa cúpula y bajorrelieves de los evangelistas.
   En la capilla que está situada a la izquierda del crucero puede verse un hermoso retablo de madera policromada. También destacan en el templo dos Vírgenes góticas del siglo XIII, el Calvario, gótico del siglo XIV, y el sepulcro del abad Munio González.
   A 1 kilómetro escaso de la colegiata se encuentra un interesantísimo recinto en el que destaca el llamado palacio de Alvear, conjunto de cuatro edificios integrados en un bello parque, de los que dos han sido destinados a hostelería.
   El palacio en sí es una recia torre de tres plantas, del siglo XVI, con un añadido lateral que inicialmente fue de mampostería y ahora es de piedra de sillería. Junto a él se halla la capilla de San Juan, cuyo retablo principal contiene dos buenas tallas de madera datadas del siglo XVIII y dos interesantes lienzos de F. Bustamante en los laterales.

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